From an interview by Sam Weller published in The Paris Review. You can read the full interview here. Bradbury also talks about this in his collection of essays Zen in the Art of Writing.
Hay tres cosas en tu cabeza: primero, todo lo que
viviste desde el día de tu nacimiento hasta ahora. Cada segundo, cada hora,
cada día. Segundo, cómo reaccionaste frente a esos acontecimientos en el
momento en que sucedieron: si fueron calamitosos o felices. Esas son dos cosas
que tenés en la cabeza que pueden darte material. Tercero, independientemente
de las vivencias, están las experiencias artísticas que tuviste, las cosas que
aprendiste de otros escritores, artistas plásticos, poetas, directores de cine
y compositores. Todo esto está en tu mente como un abono maravilloso, y tenés
que hacerlo emerger. ¿Cómo lo lográs? Yo lo hice creando listas de sustantivos
y preguntándome: ¿Qué quiere decir cada sustantivo? (...) Después, cuando ya
tenés la lista, empezás a asociar palabras en relación con ella. Te preguntás:
¿Por qué escribí esta palabra? ¿Qué significa para mí? ¿Por qué anoté este
sustantivo y no otro? (...) Yo le digo a la gente: hagan una lista de diez
cosas que odian y despedácenlas en un cuento o en un poema. Hagan una lista de
diez cosas que aman y celébrenlas. Cuando escribí Fahrenheit 451
odiaba a los que queman libros y amaba las bibliotecas.
De una entrevista realizada por Sam Weller que se publicó en The Paris Review. Pueden leer la entrevista completa aquí. Bradbury habla de este tema también en su antología de ensayos Zen en el arte de escribir.
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