We mustn't
forget that I also have something of symbolism in the musical sense, but not
music itself, let's say, what can be music to one's ears in a literal sense,
but that other music, that thing that lies beyond music, as Debussy himself
says in his own music, which is not an evocation of silence but the suggestion
that something is germinating and will blossom and cannot be defined. In other
words, the process of becoming, that is, time rather than those moments of
eternity where one can feel like a vertex, something painful, even if it is the
pain of ecstasy, more than that – something that surpasses, that transcends those
moments and might be called time. Like Oriental composers, who say that music
is what most resembles life because it is flow, that's why there are no
dominant notes, nor a melodic sense, nor scales in the same way we talk of
scales. Almost like birds. Rhymes and those other instituted things like meter
or syllabic measure, I don't think they are appropriate. Rhythm that cannot be
defined by the number of syllables, that is the rhythm of what is being said.
Each remark, let us call it phrase or remark or line, if you will, has its own
rhythm because there is something that has made it happen that way, something
that keeps going and does not stop at the syllable; it leaves the syllable
behind without freeing itself from the music...
From the interview
conducted by Juana Bignozzi, in Juanele
poesías, Carlos Pérez Editor,
1969. Found in Blog del amasijo.
No hay que olvidar que yo tengo también un poco del
simbolismo en el sentido musical, pero no en la música en sí, diremos lo que
puede ser música para los oídos en el sentido literal, sino esa otra música,
esa cosa que hay más allá de la música, como el mismo Debussy en la propia
música dice, que no es la evocación del silencio sino la sugerencia de algo que
está germinando y que va a florecer y que no puede definirse. Es decir el
devenir, es decir el tiempo más que los momentos esos de la eternidad donde uno
puede sentir como un vértice, una cosa que es dolorosa aunque sea de éxtasis,
más que eso, algo que los traspasa, que los trasciende, que puede llamarse
tiempo. Como los orientales que escriben música que dicen que es lo que más se
parece a la vida, porque es transcurso, por eso no hay notas dominantes, ni el
sentido melódico, ni escalas en el sentido nuestro. Casi como los pájaros. Las
rimas y esas otras cosas instituidas como las medidas métricas o silábicas,
esas cosas me parece que no responden. Ese ritmo que no puede definirse por la
cantidad de sílabas sino que es el ritmo de lo que se dice. Cada mención,
llamémosle frase o mención o línea si se quiere, tiene su ritmo porque hay algo
que lo ha dado en esa forma, una cosa como seguida que no se detiene en la sílaba,
la traspasa sin desasirse de la música (…).
De la entrevista realizada por Juana Bignozzi e incluida en Juanele poesías, Carlos Pérez Editor,
1969. Encontrado en el Blog del amasijo.