If one's real work is the writing and if one is a fiction writer, I guess one's work as a writer really holds one to the literally physical act of writing and visualizing and imagining and researching and following out the threads of one's project. However, if one is a nonfiction prose writer or a poet, one is apt to be much more closely engaged with daily life as part of one's real work, and one's real work actually becomes life. And life comes down to daily life. This is also a very powerful Buddhist point: that what we learn and even hopefully become enlightened by is a thorough acceptance of exactly who we are and exactly what it is we must do, with no evasion, no hiding from any of it, physically or psychologically. And so finding the ceremonial, the almost sacramental quality of the moves of daily life is taught in Buddhism. That's what the Japanese tea ceremony is all about. The Japanese tea ceremony is a model of sacramental tea drinking. Tea drinking is taken as a metaphor for the kitchen and for the dining room. You learn how to drink tea, and if you learn how to drink tea well, you know how to take care of the kitchen and dining room every day. If you learn how to take care of the kitchen and the dining room, you've learned about the household. If you know about the household, you know about the watershed. Ecology means house, oikos, you know, from the Greek. Oikos also gives us economics.Oikos nomos means “managing the household.”
From the Paris Review interview. You can find the whole
interview here.
Si nuestro verdadero trabajo es escribir y somos narradores,
supongo que el trabajo de escritura realmente requiere literalmente el acto
físico de escribir y visualizar e imaginar e investigar y seguir los hilos de
nuestro proyecto. Sin embargo, si somos ensayistas o poetas, es probable que
estemos involucrados mucho más de cerca con la vida cotidiana como parte de
nuestro verdadero trabajo, y nuestro verdadero trabajo deviene nuestra vida. Y
la vida es, esencialmente, la vida cotidiana. Este también es un argumento
budista muy fuerte: que lo que aprendemos y lo que, con suerte, nos ilumina es
una aceptación total de quienes somos exactamente y de lo que debemos hacer
exactamente, sin evasiones, sin esconderse ni física ni psicológicamente. Por
eso, el budismo enseña a encontrar la cualidad ceremonial, casi sacramental de
las actividades de la vida cotidiana. Esto es lo que implica la ceremonia
japonesa del té. Esta ceremonia es un modelo del consumo sacramental del té. El
consumo del té representa una metáfora de la cocina y del comedor. Se aprende a
tomar el té, y si se aprende bien, se sabe cómo cuidar de la cocina y del
comedor todos los días. Si sabemos cómo cuidar de la cocina y del comedor, aprendimos
cómo cuidar del hogar. Si sabemos cómo cuidar del hogar, sabemos cómo proteger
la cuenca. Ecología significa casa, oikos, sabés, del griego. Oikos también nos
ha dado economía. Oikos nomos significa "administrar el hogar".
Tomado de la entrevista de la Paris Review. Pueden leer la
entrevista completa en inglés aquí.
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