Thursday, November 7, 2013

A poem by Fina García Marruz (Cuba, 1923), my translation / Un poema de FGM


Fall Song

Do you know the country?...
                                                           Goethe

Let us repeat with the tone of a very old ballad:
"How can we go back there, how can we go back."
I can go back, my friend, to the remotest country.
Easy would be to see the snow and the plum trees.
But show me, tell me the intact road that
led me to the place where we met.
Take me to the deep hallways of the house
where we were, with the cold air of fall.
How can we go back there, how can we go back?
We can walk the entire Earth.
Tired of searching, we would ask,
"How can we go back there, how can we go back
to the place that is just a few steps from
here, do you know the way?"
There, just the two of us, the fleeting ones,
between the real wall, the endless afternoon
talked of our favorite books
and listened to our voices.
How can we go back there, how can we go back
if the hallway is already covered in dust,
and I've already seen my soul entirely
and won't go into myself as into a hidden wood.
Rather than a love that goes unrequited
or the future gazed at by a dying person,
what's impossible is the house where we were,
and how your words sounded to me.
How can we go back there, how can we go back
to imagine at least what we were,
the odd teenage years, the meetings
and the games, games more serious than frivolous life.
Oh and the walls were there, an irrefutable
fact, beyond the desire of my
fleeting, different eyes!
The house, yes, but a bitter deceit,
was fragile – mortal, like dreams.
We, the fleeting ones, the awaken,
how can we, tell me, go back there?
I can go back, my friend, to the remotest country,
to the country of snow and plum trees.
But were did your dark suit go,
your words, and the sound of fall?
I can look at the truth, at angels.
But that lie we believed with
sour purity in secret days?
I can dream the remotest dream.
What will remain more remote than
the afternoon that just passed, enchanted park?
Do you know the country where one goes back?
And yet I write "always" on its dust.
I say always just as others say goodbye.

In El instante raro. Antología poética. Pre-textos. Some of GM's poems were included in the anthology of Cuban poetry in English titled The Whole Island: Six Decades of Cuban Poetry, a Bilingual Anthology, edited by Mark Weiss, University of California Press.


Canción de otoño

¿Conoces tú el país?...
                                                           Goethe

Repitamos con tono de balada muy vieja:
"Cómo volver allí cómo volver."
Puedo volver, amigo, al país más lejano.
Fácil sería ver la nieve y los ciruelos.
Pero enséñame, dime el intacto camino
que me llevó al lugar de nuestro encuentro.
Llévame a los hondos pasillos de la casa
en que estuvimos con frío aire de otoño.
¿Cómo volver allí, cómo volver?
Podemos caminar la tierra entera.
Cansados de buscar, preguntaríamos
"¿Cómo volver allí, cómo volver
al lugar que está sólo a unos pasos
de aquí, conoces tú el camino?"
Allí nosotros solos, los fugaces,
entre el muro real, la tarde eterna,
estuvimos hablando de los libros
preferidos, oyéndonos las voces.
Cómo volver allí, cómo volver,
si ya el pasillo está lleno de polvo,
y he visto ya mi alma totalmente
y no entro en mí como en un parque oculto.
Más que un amor que no es correspondido
o el futuro que mira un moribundo,
lo imposible es la casa en que estuvimos,
y cómo a mí me sonaban tus palabras.
Cómo volver allí, cómo volver,
a imaginar siquiera lo que fuimos,
la extraña adolescencia, los encuentros,
y los juegos más graves que la frívola vida.
Oh y los muros estaban como un hecho
irrefutable, más allá del deseo
de mis ojos fugaces y distintos!
La casa, sí, sólo un amargo engaño,
era frágil, mortal como los sueños.
Nosotros, los fugaces, los despiertos
¿cómo podemos di, volver allí?
Puedo volver, amigo, al país más lejano,
al país de la nieve y los ciruelos.
¿Mas adonde quedó tu traje oscuro,
tus palabras y el ruido del otoño?
Puedo mirar a la verdad, los ángeles.
¿Mas aquella mentira en que creímos,
con ácida pureza, en los días secretos?
Puedo soñar el sueño más distante.
¿Qué quedará más lejos que la tarde
que acaba de pasar, parque encantado?
¿Conoces tú el país en que se vuelve?
Y sin embargo escribo sobre su polvo "siempre".
Yo digo siempre como el que dice adiós.

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