Friday, May 8, 2015

Argentine poet Juanele Ortiz on poetry and music / Juanele, sobre la poesía y la música

We mustn't forget that I also have something of symbolism in the musical sense, but not music itself, let's say, what can be music to one's ears in a literal sense, but that other music, that thing that lies beyond music, as Debussy himself says in his own music, which is not an evocation of silence but the suggestion that something is germinating and will blossom and cannot be defined. In other words, the process of becoming, that is, time rather than those moments of eternity where one can feel like a vertex, something painful, even if it is the pain of ecstasy, more than that – something that surpasses, that transcends those moments and might be called time. Like Oriental composers, who say that music is what most resembles life because it is flow, that's why there are no dominant notes, nor a melodic sense, nor scales in the same way we talk of scales. Almost like birds. Rhymes and those other instituted things like meter or syllabic measure, I don't think they are appropriate. Rhythm that cannot be defined by the number of syllables, that is the rhythm of what is being said. Each remark, let us call it phrase or remark or line, if you will, has its own rhythm because there is something that has made it happen that way, something that keeps going and does not stop at the syllable; it leaves the syllable behind without freeing itself from the music...

From the interview conducted by Juana Bignozzi, in Juanele poesías, Carlos Pérez Editor, 1969. Found in Blog del amasijo.


No hay que olvidar que yo tengo también un poco del simbolismo en el sentido musical, pero no en la música en sí, diremos lo que puede ser música para los oídos en el sentido literal, sino esa otra música, esa cosa que hay más allá de la música, como el mismo Debussy en la propia música dice, que no es la evocación del silencio sino la sugerencia de algo que está germinando y que va a florecer y que no puede definirse. Es decir el devenir, es decir el tiempo más que los momentos esos de la eternidad donde uno puede sentir como un vértice, una cosa que es dolorosa aunque sea de éxtasis, más que eso, algo que los traspasa, que los trasciende, que puede llamarse tiempo. Como los orientales que escriben música que dicen que es lo que más se parece a la vida, porque es transcurso, por eso no hay notas dominantes, ni el sentido melódico, ni escalas en el sentido nuestro. Casi como los pájaros. Las rimas y esas otras cosas instituidas como las medidas métricas o silábicas, esas cosas me parece que no responden. Ese ritmo que no puede definirse por la cantidad de sílabas sino que es el ritmo de lo que se dice. Cada mención, llamémosle frase o mención o línea si se quiere, tiene su ritmo porque hay algo que lo ha dado en esa forma, una cosa como seguida que no se detiene en la sílaba, la traspasa sin desasirse de la música (…).


De la entrevista realizada por Juana Bignozzi e incluida en Juanele poesías, Carlos Pérez Editor, 1969. Encontrado en el Blog del amasijo.