Monday, November 18, 2013

Two poems by Eduardo Casar (Mexico, 1952), my translation / Dos poemas de EC


Hammer and Nail

On the body of my home sounds the blow
of a hammer hitting a nail.
Of a hammer and a nail that meet but
do not fight: what would happen to the nail
without the very obsessive circle of the hammer;
they were born to complement each other.

Their heads concur, but why are they touching
in the body of my home?

Why do they have to pluck rhythms on the
rhythm of the harp I was already hearing,
so quiet my step, so open the clouds
to my explanations?

Why don't they sound only
where the blows of the hammer
are happening?

And I, where did I get that it's a
hammer and a nail?
Why on earth do I split that
sound point, that stem cell
into two parts that bang their metals?

Since when does it occur to me that
there are causes so certain,
or the certainty that this repeating
point is the effect of something?

One can go mad on this cross.

From Parva Natura, Plan C.

To the Sea Must Be Due

The sea must be conscience-stricken.

Neither for the castaways who knowingly embark,
nor for the lubricated game between some mouths
                        and other, greater mouths,
nor for the exhausted seagulls that renounce.
Rather, sometimes a gaze
wanders absent-mindedly over the surface,
and the fabric tears, though unwilling:
the gaze founders,
the horizon recovers and feigns
eternal quiet.

The sea is hurting for something;
just look at its shores.

From Ontología personal, CONACULTA. I haven't been able to find any translations into English.


Martillo y clavo

Suena en el cuerpo de mi casa el golpe / de un martillo
pegando contra un clavo. / De un martillo y un clavo
que se encuentran / pero no están luchando: qué sería /
del clavo sin el muy obsesivo círculo del martillo: /
nacieron para ser complementarios. // Sus cabezas
coinciden, pero ¿qué andan / tocándose en el cuerpo
de mi casa? // ¿Qué tienen que andar punteando ritmos /
sobre el ritmo del arpa que estaba ya escuchando, /
tan tranquilo mi paso, tan abiertas las nubes / a mis
explicaciones? // ¿Por qué no suenan solo / allá donde
suceden / los golpes del martillo? // Y yo ¿de dónde saco
que se trata / de un martillo y un clavo? / ¿A honras de qué
desdoblo / ese punto sonido, esa célula madre, / en dos
partes que chocan sus metales? // ¿De cuándo a acá se me
ocurre que hay causas / tan seguras / o la seguridad de que
ese punto / que se repite es el efecto de algo? // Uno puede
volverse loco en esta cruz.

de Parva Natura, Plan C Editores.

Al mar se debe

Al mar le debe remorder la conciencia. // No por los náufragos
que se embarcan sabiendo, / ni por el juego lubricado entre
unas bocas /                         y otras bocas mayores, / ni por las agotadas
gaviotas que renuncian. // Sino que a veces una mirada / se va distraída
sobre la superficie / y la tela se rasga aunque no quiera: /
la mirada zozobra, / el horizonte restaña y finge / calma eterna. //
Algo le duele al mar. / Basta mirarle las orillas.

De Ontología personal Práctica mortal. Pueden encontrar otros poemas de EC en el blog Poetas Siglo XXI




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