I abide by the secret laws of the dead. I will find him.
I will find him. I look at
the wall, and the shadows grow
endlessly like fingers. It
was summer.
I work nonstop. It was summer
and my mother said,
Don't take off your shoes.
Even the tiny pins are widows
in this hat shop and abide by
the secret laws of the dead.
I will find him. Each of the
equal parts into which
the day is divided my heart tightens
while
the scissors whisper as if
praying.
Forward. Backward. The
fingers follow the thread.
The thread follows the
fingers. The fingers follow the eyes.
The eyes abide by the secret laws
of the dead.
This is my price. I will find
him.
Since the rooster crowed my
flesh and bones
have been rock; the time of
departure hides in my
lips, docile, like bitches.
lips, docile, like bitches.
From Poemas de Estambul. You can find translations of several poems from this book (including another version of this one) here.
We're children
and my brother
and my brother
forces me
to watch
documentaries
about animal
life
on TV.
An ant
can
carry
eighty times
its weight.
A flower;
a leaf;
a piece
of cracker;
the endless
mechanism
of your dead.
And when I have already
left the house
behind,
there they are;
still burning
like a small
fire
to which I turn
my back.
There is
something of
the blue in them.
They glow
in the windy
evenings
while I
deal
with minor
issues.
From Poemas de Middlebury. You can find more information about the book, in Spanish, here.
yo acato las leyes secretas de los
muertos. Voy a encontrarlo.
Voy a encontrarlo. Voy a encontrarlo. Miro
hacia
la pared y las sombras se agigantan como dedos.
Era verano.
Trabajo sin parar. Era verano y mi madre me
dijo no
te quites los zapatos. Hasta las alfilercitas
son viudas en
esta sombrerería y acatan las leyes secretas de
los muertos.
Voy a encontrarlo. Cada una de las partes
iguales en
las que se divide el día seme aprieta el
corazón mientras
las tijeras murmuran como si estuvieran
rezando.
Adelante. Atrás. Los dedos siguen al hilo. El
hilo sigue los
dedos. Los dedos siguen los ojos. Los ojos
acatan las leyes
secretas de los muertos. Este es mi precio. Voy
a encontrarlo.
Desde que el gallo ha cantado mi carne y mis
huesos
son piedra: la hora de la partida se esconde en
mis
labios – mansos – como perras.
De Poemas de Estambul.
Somos chicos
y mi hermano
me obliga
a mirar
en la tele
documentales
sobre la vida animal.
Una hormiga
puede
cargar
ochenta veces
su peso.
Una flor;
una hoja;
un pedazo
de galleta;
la interminable
maquinaria
de tus muertos.
y mi hermano
me obliga
a mirar
en la tele
documentales
sobre la vida animal.
Una hormiga
puede
cargar
ochenta veces
su peso.
Una flor;
una hoja;
un pedazo
de galleta;
la interminable
maquinaria
de tus muertos.
Y cuando ya
me he alejado
de la casa,
ahí están:
todavía ardiendo
como un fuego
pequeño
al que le doy la
espalda.
Tienen algo
de azul.
Brillan
en las tardes
ventosas
mientras me
ocupo
de asuntos
menores.
De Poemas de Middlebury. Pueden encontrar más información sobre el libro aquí.
No comments:
Post a Comment